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martes, 20 de febrero de 2018

Anthony Asquith (London, UK, 9-11-1902 / Ibid., 20-2-1968): In memoriam

EL MÁS INGLÉS DE LOS DIRECTORES BRITÁNICOS

Hoy se cumplen cincuenta años del fallecimiento del cineasta inglés Anthony Asquith. Hijo de un Primer Ministro liberal (a casusa de ello sería blanco de no pocos ataques), comenzó su carrera en las postrimerías del cine silente, mostrando una pulida técnica y mesurada estética en sus primeras obras, lo que le hizo ser comparado a Alfred Hitchcock o René Clair, con similares cualidades de observación y humor. Inteligente y de modales aristocráticos, muchas de sus películas suelen presentar a personajes de clase alta. Su filmografía, variopinta, desigual y muy británica (dotada especialmente de una gran corrección formal) se caracteriza por las frecuentes adaptaciones teatrales (George Bernard Shaw, Terence Rattigan e incluso Oscar Wilde) y la eficiente dirección de actores. Sin un estilo distintivo -no imponía una visión propia en su puesta en escena, sino que interpretaba materiales ajenos- como lo tuvieron sus contemporáneos Hitchcock o Michael Powell, más venerados por los estudiosos del séptimo arte, Asquith ha sido menospreciado por la crítica, que lo considera un director 'académico' y 'teatral'. En todo caso, también rodó producciones de varios géneros populares: comedias, películas bélicas, thrillers o melodramas de época. Aun sin reputación crítica de autor, en el último tramo de su filmografía se convirtió, con David Lean y Carol Reed, en uno de los más destacados cineastas británicos no establecidos en Hollywood y con carrera de proyección internacional en films de alto presupuesto en los que dirigió a gran número de estrellas del cine inglés, europeo o americano.
Anthony Asquith fue el menor de los dos  hijos de Herbert Henry Asquith, diputado del Partido Liberal y Conde de Oxford que en 1905 fue nombrado Ministro de Hacienda y luego Primer Ministro entre 1908 y 1916, y de Margaret Tennant, una dama de la alta sociedad. A los seis años se trasladó con su familia al nº 10 de Downing Street. Allí creció en medio de un ambiente mundano y sofisticado de lujo, riqueza y ambición de éxito. Su madre le dio el apelativo de 'Puffin' (Frailecillo) pues pensaba que su perfil y figura delgada y menuda le asemejaba a ese pájaro del Atlántico. Con ese nombre sería conocido por sus amigos el resto de su vida. Educado en Eaton, Winchester y Oxford, se apasionó por el cine mientras era estudiante, empapándose de las obras de maestros soviéticos como Pudovkin y Eisenstein o los cineastas del expresionismo alemán. Después de dejar la Universidad pasó seis meses en Los Angeles como invitado de Mary Pickford y Douglas Fairbanks. Allí observó con atención los métodos de trabajo de Hollywood y se relacionó con prominentes personajes como Charles Chaplin, Ernst Lubitsch o Lillian Gish. Pero en esa época el cine no era una profesión respetable en un entorno social como el suyo, que paradójicamente no le beneficiaría para ser tomado en serio por la crítica. 
De vuelta en su país, Asquith quería escapar del corsé familiar y fue unos de los fundadores de la London Film Society, a fin de promover la apreciación artística del cine. Decidido a convertirse en director, se introdujo en la industria como ayudante de dirección y colaborador en guiones. Su primer largometraje fue Estrellas fugaces (1928), un drama romántico con Annette Benson, Brian Aherne y Donald Calthrop, al que siguieron otros tres films silentes: Un grito en el metro (1928), drama con Brian Aherne y Elissa Landi, Princesa a la fuga (1929), comedia dramática con Mady Christians y Paul Cavanagh, y Una casa en Dartmoor (1929), drama con Hans Adalbert Schlettow, Uno Henning y Norah Baring. Particularmente este último cimentó su reputación de cineasta meticuloso y artífice de efectivos encuadres. 
Su transición al sonoro se produjo con La batalla de Gallipoli (1931), drama bélico codirigido por Geoffrey Barkas, con Carl Harbord, Tony Bruce y Fay Compton, un relato histórico sobre el desembarco de las tropas franco-británicas en la península turca de Gallipoli. Sus siguientes películas obtuvieron escasa repercusión y sólo lograron alguna notoriedad Sinfonia inacabada (1934), coproducción anglo-austriaca sobre la vida de Franz Schubert, con Helen Chandler, Mártha Eggerth y Hans Jaray, y Noches de Moscú (1935), drama romántico que adaptaba una novela de Pierre Benoît, con Harry Baur, Laurence Olivier y Penelope Dudley-Ward. Su carrera parecía en punto muerto cuando el productor Gabriel Pascal convenció al dramaturgo George Bernard Shaw para llevar a la pantalla su obra "Pygmalion" de 1913, siendo éste uno de los autores del guión. La versión fílmica, Pygmalion (1938), fue codirigida por Asquith y Leslie Howard, el actor protagonista, y en ella Wendy Hiller y Wilfrid Lawson interpretaron los otros papeles principales. La película logró una clamorosa acogida internacional de crítica y público, supuso el mayor éxito de su carrera, fue candidata al Oscar en cuatro categorías y ganó en la de mejor guión adaptado. Las restantes nominaciones incluyeron mejor película, mejor actor (Howard) y mejor actriz (Hiller). En adelante Asquith explotaría a menudo la fórmula de trasladar a la pantalla piezas teatrales de éxito (lo haría después con otras dos obras de Shaw y una de Oscar Wilde). Pero más frecuentemente recurrió al dramaturgo Terence Rattigan (autor o coautor de hasta una decena de guiones para Asquith) y ambos colaborarían juntos a lo largo de veinticinco años.
En la década siguiente dirigió, entre otras, la comedia Coqueta hasta el fin (1940), la primera de sus colaboraciones en la pantalla con su íntimo amigo Terence Rattigan, que protagonizaron Ray Milland y Ellen Drew, Radio libre (1941), drama de propaganda bélica con Clive Brook, Diana Wynyard y Raymond Huntley, Boda sosegada (1941), comedia con Margaret Lockwood y Derek Farr, Casi un paraíso (1943), comedia dramática con Laurence Olivier y Penelope Dudley-Ward, Amor en las sombras (1944), drama romántico con  Phyllis Calvert, James Mason, Stewart Granger y Wilfrid Lawson, Más allá de las nubes (1945), exitoso drama bélico con Michael Redgrave, John Mills y Jean Simmons, o la mejor de ellas, Pleito de honor (1948), drama judicial de época según "El caso Winslow", la conocida obra de Rattigan, que protagonizó Robert Donat secundado por Cedric Hardwicke, Basil Radford, Kathleen Harrison, Francis L. Sullivan y Margaret Leighton.
A comienzos de los años 50 filmó varios de sus títulos más destacados: Una mujer en entredicho (1950), drama de intriga con Jean Kent, Dirk Bogarde, John McCallum y Susan Shaw, La versión Browning (1951), conmovedora adaptación del drama homónimo de Terence Rattigan que muchos consideran la obra maestra de Asquith, con Michael Redgrave, Jean Kent y Nigel Patrick presentada en el Festival de Cannes, donde obtuvo el premio al mejor guión (Rattigan) y al mejor actor (Redgrave), también ganó dos premios en el Festival de Berlín y fue nominada al BAFTA en dos categorías. La importancia de llamarse Ernesto (1952), reputada como la mejor de la adaptaciones a la pantalla de la famosa comedia de Oscar Wilde, es una fiel traslación en color que no oculta su origen teatral, con un ajustado reparto compuesto por Michel Denison, Edith Evans, Joan Greenwood, Miles Malleson, Michael Redgrave, Margaret Rutherford y Dorothy Tutin.
Más adelante rodó Los jóvenes amantes (1954), drama romántico con Odile Versois y David Knight, Consejo de guerra (1955), drama judicial militar con David Niven, Margaret Leighton y Noelle Middleton, Orden de ejecución (1958), drama bélico con Eddie Albert, Paul Massie, Lillian Gish y James Robertson-Justice, El dilema del doctor (1958), comedia dramática adaptadora de la obra homónima de George Bernard Shaw, con Leslie Caron y Dirk Bogarde, La noche es mi enemiga (1959), drama judicial de intriga con Olivia de Havilland y Dirk Bogarde, La millonaria (1960), comedia dramática que adaptó otra obra de George Bernard Shaw, con Sophia Loren y Peter Sellers, Asalto a mano armada (1961), thriller existencial con Virginia McKenna, Bill Travers y Patrick McGoohan, Al final de la noche (1962), drama con Leslie Caron y David Niven, Hotel Internacional (1963), drama con Elizabeth Taylor, Richard Burton, Louis Jourdan, Elsa Martinelli, Margaret Rutherford, Maggie Smith, Rod Taylor y Orson Welles, y El Rolls-Royce amarillo (1964), comedia dramática de episodios y un reparto multiestelar que incluía a Ingrid Bergman, Rex Harrison, Alain Delon, George C. Scott, Jeanne Moreau, Omar Sharif y Shirley MacLaine. 
Anthony Asquith tuvo una vida difícil. Fue un homosexual reprimido, tuvo una  problemática relación con su madre, que era muy posesiva, y fue alcohólico desde joven. Con todo, técnicos y actores le consideraban un hombre gentil y encantador y se ha contado que dirigía más como un diplomático que como un artista. Un cáncer acabó con su vida a los 65 años de edad. 
 
 

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