LA ESTRELLA HIPERSENSIBLE
Hoy es aniversario natal de la actriz estadounidense de cine y teatro Margaret Sullavan. De grandes ojos, y expresivo pequeño rostro, fue una gran estrella en los años 30, imponiendo su femineidad luminosa, casi mística, especializada en el género del melodrama. Intérprete de primera fila pero corta filmografía (sólo 16 películas), trabajó con directores de la categoría de John M. Stahl, Frank Borzage, William Wyler, King Vidor o Ernst Lubitsch. Diversos problemas de salud mental interfirieron en su carrera y la condujeron a una temprana desaparición a los 50 años.
Perfil biográfico a partir de la página El Criticón:
Margaret Brooke Sullavan nació en el seno de una acomodada familia que desde niña la estimuló para que estudiase baile e interpretación tras sufrir una penosa debilidad en las piernas que le impidió caminar hasta los seis años. En su adolescencia se incorporó a los University Players de Harvard, grupo de teatro en el que se encontraban actores como James Stewart o Henry Fonda, con quien se casó en 1931, año en el que Margaret debutó también en Broadway. Su talento como actriz en los escenarios no pasó desapercibido para
Hollywood y en 1933 firmó un contrato con los estudios Universal. Su debut en el cine se produjo con el melodrama Parece que fue ayer (1933) de John M. Stahl, donde fue emparejada a John Boles. Un año antes ya se había divorciado de Henry Fonda en un matrimonio que duró dos meses escasos. En 1934 Margaret contrajo matrimonio con el director William Wyler,
aunque tampoco el enlace resultó fructífero ya que ambos romperían su
enlace marital en 1936.
Además del citado, los siguientes títulos en la breve carrera hollywoodense de Margaret Sullavan fueron: Y ahora, ¿qué? (1934) de Frank Borzage, melodrama ambientado en Alemania sobre una pareja de enamorados que tropieza con graves dificultades tras el triunfo del nacionalsocialismo, Una chica angelical (1935)
de William Wyler, comedia romántica con Herbert Marshall, Paz en la guerra (1935) de King Vidor, drama con la Guerra de Secesión americana como telón de fondo, con Walter Connolly y Randolph Scott, Cuando
volvamos a amarnos (1936) de Edward H. Griffith, melodrama con James Stewart (el primero de sus cuatro títulos junto a este actor) y Ray Milland, Viviendo en la luna (1936) de William A. Seiter, comedia romántica junto a su ex-marido Henry Fonda, Tres camaradas
(1936) de Frank Borzage, magnífico drama que adaptaba una novela de Erich Maria Remarque y en el que compartió créditos con Robert Taylor, Franchot Tone y Robert Young, El ángel negro (1938) de H. C. Potter, drama romántico con James Stewart, La hora radiante (1938) de Frank Borzage, drama romántico cuyo reparto incluía a Joan Crawford, Robert Young y Melvyn Douglas, El bazar de las sorpresas (1940) de
Ernst Lubitsch, excelente comedia romántica que la reunió por tercera vez con James Stewart, Tormenta mortal (1940) de Frank Borzage, otro de los pocos títulos anti-nazis rodados en Hollywood antes de la entrada de E.E.U.U. en la Segunda Guerra Mundial y su último emparejamiento con James Stewart, Su vida
íntima (1941) de Robert Stevenson, melodrama que adaptaba por segunda vez a la pantalla la novela "Back street" de Fannie Hurst, con Charles Boyer, Así acaba nuestra noche (1941) de John Cromwell, otra adaptación de novela de Remarque en tiempo bélico, con Fredric March y Frances Dee, Appointment for love (1941) de William A. Seiter, comedia romántica con Charles Boyer, y Cry Havoc (1943) de Richard
Thorpe, drama bélico con Ann Sothern y Joan Blondell.
Por su actuación en Tres camaradas (la secuencia de su muerte en ese film es mítica) recibió su única nominación al Oscar. Su fuerte personalidad y su carácter disconforme le llevaron a múltiples
disputas con los jerifaltes de los estudios y a su abandono de la
pantalla en 1943, retornando con éxito al mundo del teatro, donde ella pensaba que podía manifestar mejor sus cualidades como actriz, a pesar de que
fue adquiriendo una progresiva sordera. Volvió al cine para protagonizar su última película, Amarga sombra (1950) de Rudolph Maté, donde interpretó a una mujer que descubre que padece una enfermedad terminal y decide ocultárselo a su familia.
Además de sus famosos maridos Henry Fonda y William Wyler, la actriz se casó en dos ocasiones más. La primera con el productor Lelan
Hayward (1936-1947) y la segunda en 1950 con el banquero inglés Kenneth Wagg, a quien dejó
viudo el 1 de enero de 1960 cuando Margaret
Sullavan falleció a los 50 años tras una
sobredosis de barbitúricos, que se juzgó accidental. Además de sus problemas de audición, sufría de depresión y desórdenes mentales.
Sí, la pude apreciar en "Amarga Sombra".
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