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viernes, 16 de mayo de 2014

Liberace music video & entrance (1981)

LIBERACE (West Allis, Wisconsin, US, 16-5-1919 / Palm Springs, California, 4-2-1987): IN MEMORIAM

Walter Liberace, también conocido como The Glitter Man o Mr. Showmanship, fue un famoso pianista y entertainer estadounidense, que alcanzó gran popularidad por mostrar su destreza al piano en cada vez más extravagantes performances, valiéndose de vestuario y escenografías del kitsch más delirante, consecuencia de su amor por los oropeles y el lujo más excéntrico y recargado. Con una larga carrera que abarcó casi cinco décadas y en la que recibió seis discos de oro, ganó una fortuna con sus actuaciones, sobre todo en Las Vegas y la televisión. Muchos críticos le reprocharon su forma de tocar, acusándole de banalizar a los clásicos. Liberace declaró: "Yo no doy conciertos, yo monto un espectáculo". Falleció de sida a los 67 años.

Fragmentos del artículo Liberace, el pianista 'kitsch' de elpais.com:

Wladziu Valentino Liberace –pronunciado Libératchi– nació el 16 de mayo de 1913 en West Allis, Wisconsin, un barrio oscuro de Milwaukee. Su progenitor, Salvatore, era un inmigrante italiano, su progenitora era de origen polaco. Liberace es, como Elvis Presley y Salvador Dalí, el único superviviente de una pareja de gemelos. Su padre también tocaba en una banda, era un as de la tuba. Su madre, extremadamente protectora, no lo abandonó jamás hasta su muerte en 1980. Wladziu se descubre muy pronto como un niño prodigio, toma lecciones de piano con el famoso compositor y virtuoso Ignacy Paderewski y desde muy joven comienza a dar conciertos.
Su inclinación por la ropa estrafalaria tampoco se hizo esperar. En su época de universitario, Lee –como le llamaban sus íntimos– fue objeto de burla por gran parte de sus compañeros debido a su extravagancia. Su debut como artista del exceso llegó en 1943, cuando firmó su primer contrato de compromiso con la capital del juego. Tres años antes, en 1940, sobriamente enfundado en un traje clásico negro, actuaba bajo la dirección del famoso director de orquesta, Hans Lange, en el Concierto para piano nº 2 de Liszt en el Pabst Theatre de Milwaukee. De su severa formación clásica mantuvo la disciplina y, por añadidura, una cierta rigidez que escondía bajo sus trajes festivos.
El final de la Gran Guerra marcó un cambio de rumbo para Liberace, que atravesó el desierto de Mojave para convertirse en una leyenda de Sunset Strip –la parte de Sunset Boulevard que pasa por West Hollywood– con actuaciones en las dos discotecas de moda de Hollywood: Le Ciro’s y Mocambo. En 1950 llegó su consagración, cuando tocó para el presidente Truman en la Casa Blanca. En 1954 lo hizo en el Madison Square Garden de Nueva York. La superestrella kitsch de Estados Unidos aseguraba que su auténtica patria era Las Vegas y el hotel Riviera (famoso por la película Casino, de Scorsese, y Showgirls, de Paul Verhoeven). Su caché en la época fue de 50.000 dólares a la semana (unos 37.500 euros). La televisión le servirá de apoyo y le permitirá enriquecerse aún más. No dudó en aceptar colaboraciones bizarras como la de embajador de una compañía de pompas fúnebres. La mayor dificultad que encontrará en su carrera, como muchos de los artistas de la época, fue la necesidad de esconder sus inclinaciones sexuales. El escándalo de Confidential le haría sufrir los estigmas de la homosexualidad en aquellos tiempos.
Poco después de que Liberace denunciase a la revista, su madre fue agredida por dos hombres enmascarados en su casa de Sherman Oaks, una vivienda estilo île de France, que contaba con una piscina en forma de piano de cola. Fue saliendo a escena en el Moulin Rouge de París, el 19 de julio de 1957, donde se enteró de la terrible noticia. Mamá Liberace se salvó gracias a que los aros de su sujetador le protegieron su pecho. Y es que las elecciones amorosas del pianista no fueron muy perspicaces y, con el paso del tiempo, los chantajes se multiplicaron. Su último error en materia de hombres ha sido inmortalizado en la película de Soderbergh: Behind the Candelabra. En ella se ve cómo el villano seductor Scott Thorson acabó por envenenar la vida del artista antes de que el sida se lo llevara en 1987. El filme, que se presentó en la última edición del festival de Cannes, no encontró financiación para estrenarse en las salas de cine. Fue el canal de televisión HBO el que decidió estrenarla. Crítica y público se han rendido a la cinta –tuvo más de 3,5 millones de espectadores el día de su estreno– y ha sido nominada a 15 premios Emmy y ganado 3.
Paradójicamente, el museo Liberace en Paradise (Nevada) –dedicado a sus capas de visón y a sus coches con aplicaciones doradas– cerró el 17 de octubre de 2010. La crisis pudo con él y los últimos visitantes se encargaron de expoliar sus tesoros.




Liberace: Apoteosis kitsch

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